Llorando por todo paso el rato, si quieres te añado en mi
lista de fiascos.
Escribo en la noche, no en el día, ya que mi musa reposa
dormida.
Encuentro a duendes en mi jardín, me acurruco junto a ellos escondiéndonos
de ti.
Atado de pies y manos, subo al tren de los sueños rotos, atravieso
el país del desengaño y termino como siempre desnudo, arrebatado y haciéndome daño.
Me dices te amo con un whisky en la mano y antes de
terminarlo, ya te has marchado.
Me ignoras tanto como ayer, te observo y no séqué hacer.
Sonríes,
me guiñas, lo has vuelto a hacer, pasar de mí, te vuelvo a querer.
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